viernes, 16 de mayo de 2008

El siglo XX

Afirmaba Nietzsche - ¡en 1920! - que el siglo XX era la prueba irrefutable de que Dios no existía.
Desgraciadamente el siglo XX resultó aún más terrorífico e irrefutable de lo que Nietzsche suponía.

Él se refería, claro está, a lo sucedido en la I G.M. y en la revolución bolchevique de 1917
Y ya no sé que tremendas desgracias sucedieron durante la I Guerra Mundial, aunque la simple y absurda carnicería de millones de jóvenes en las trincheras resultó una gran calamidad en si misma, la humanidad no estaba preparada -ni lo puede estar nunca- para el sin fin de tragedias humanitarias que culminaron durante la II Guerra Mundial.

En Alemania el partido Nacional Socialista de Hitler, tras hacerse con el poder democráticamente, instituyó una de las dictaduras más brutales que ha conocido la historia (junto con las de Stalin y Mao, grandes maestros del genocidio).

Durante esta dictadura cristalizaron los peores sentimientos antisemitas vigentes en la Europa Central de aquel momento. Los nazis plasmaron su odio en medidas represoras que hicieron la vida imposible a todos aquellos ciudadanos que tenían algún vínculo racial con el judaísmo.

Al pueblo alemán, que no supo o pudo reaccionar ante aquellas injusticias, le tocó después vivir y morir bajo la más terrible guerra que jamás haya existido, arrastrado por las veleidad militarista de la cúpula nazi.

Sigo sin comprender que llevó a los nazis a emprender aquella persecución tan despiadada contra los judíos de europa. Cientos de miles de familias expulsadas de sus hogares, despojadas de sus derechos más elementales y de sus posesiones más valiosas, empujadas a vivir en condiciones miserables en guettos y campos de concentración donde sufrieron lo indecible el hambre, las epidemias, la humillación y el maltrato constante por parte de los nazis, ¡qué barbaridad!
Millones de seres humanos fueron víctimas de este holocausto, de ese terrible desprecio por la vida humana.

Al terminar la guerra el mundo se quedó atónito al conocer los horribles crímenes cometidos en los campos de concentración y por ello todos, o más bien casi todos, los criminales que tuvieron participación directa o indirecta en aquellos sucesos fueron condenados y ejecutados casi inmediatamente. El mundo ha condenado para siempre el racismo como una de las ideologías más odiosas y peligrosas.

Todos los años las Naciones Unidas conmemoran el aniversario de esta catástrofe y tributan un homenaje a las víctimas de aquel holocausto.
Se han rodado cientos de películas y publicado miles de libros sobre el tema. Bien, nunca serán suficientes para reocordar a todos los inocentes que murieron inmersos en aquel horror sin sentido simplemente por pertenecer a la raza judia.

¿Es mejor la raza humana desde entonces? Hombre, algo ha mejorado, sobre todo en lo que respecta al racismo. Sin embargo creo que hay algo todavía que la humanidad se ha dejado en el tintero.

2 comentarios:

Gilgado dijo...

Completamente de acuerdo, solo una cuestión: ¿Qué es lo que ha quedado en el tintero?

Manu Economic dijo...

Hombre, pienso que una conciencia humana que no es neutral ni objetiva ante el sufrimiento ajeno es una conciencia amputada.
Desde mi óptica lanzar una bomba atómica sobre población civil con el "objetivo moral" de acabar pronto una guerra (acabarla sin ninguna negociación claro)convierte en más humano al histriónico dirigente que se rinde para evitar mayor sufrimiento a su pueblo que que al demócrata que no repara en medios para lograr sus objetivos militares.